Si alguien poetizase estos versos en otra época no muy lejana, seguramente tendría todas las papeletas para acabar en prisión. Mas según se mire, tal vez las prisiones físicas no sean de las más crueles, en cuanto a lo que la libertad emocional, sentimental, intelectual…, concierne. Necrópolis del ser, de algún modo, versa sobre ese otro tipo de prisiones con barrotes invisibles que son aupadas, principalmente, por rectitudes morales, dogmáticas creencias, políticas apolíticas…, pero cuyo fin último goza de una aritmética favorable que aúpa en legión a su manada. Por eso suele ser una ley de naturaleza impuesta, por su mayoría absoluta lobezna, cuya edad mental no superaría una mayoría de edad (18 años), a pesar de que su apariencia física pueda mostrar lo contrario y engañarnos. Si mucho no me equivoco, creo que parte de esa línea descriptiva, hoy en día coincide con la matemática de lo que en el mundo moderno, modernos denominan democracia.